lunes, 31 de marzo de 2008

Educación: más anuncios que logros!!!



Pese a los ingentes recursos y el crecimiento de la población, la matrícula de primer grado es la misma de hace una década.
GUSTAVO MÉNDEZEL UNIVERSAL
Actor de primer orden en los nueve años de revolución bolivariana, el tema educativo ha traspasado el ámbito de las políticas públicas para convertirse en un arma más del arsenal político del presidente Hugo Chávez para impulsar y defender su proyecto ideológico.
Aunque ha sido el despacho con menos rotación, sólo tres ministros: Héctor Navarro, Aristóbulo Istúriz y Adán Chávez, la propuesta educativa ha evidenciado pocos resultados, de acuerdo a las propias cifras del Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE). A esto se suman las misiones educativas Robinson I y II, Ribas y Sucre, cuya efectividad ha sido cuestionada por los propios seguidores del Presidente.
La ineficiencia gubernamental para atacar la coyuntura educativa se contrapone a su efectividad para generar polémica y debate en el colectivo con propuestas ideológicas y de centralismo administrativo. Famosos son los decretos 1.011 y 3.444, los diversos proyectos de Ley Orgánica de Educación, el Sistema Educativo Bolivariano, el Currículo Bolivariano, el Tercer Motor Moral y Luces y la educación religiosa. Cifras rojas Rimbombantes son los anuncios en cuanto al aumento de la matrícula estudiantil. La última cifra la dio el ministro Luis Acuña al contabilizar 15 millones de alumnos en todos los niveles. Pero la Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para la Educación 2005-06 -la del año 2007 aún no ha sido publicada- revela hasta dónde son reales los logros: la matrícula del primer grado es inferior al período 1996-97. Es decir, una década después no se logró expandir la cobertura pese al aumento poblacional. Aun más, en ocho años de gestión jamás el Gobierno ha podido alcanzar la inscripción de 670 mil 701 alumnos de primer grado registrada hace una década.
Docentes, investigadores, dirigentes políticos y gremiales coinciden en señalar que son pocos los éxitos por el abandono a la escuela pública para priorizar las misiones educativas. El ex diputado José Luis Farías afirmó que la exclusión educativa en Venezuela está en 4,5 millones de niños y jóvenes. "El Gobierno lo que tiene es un enorme aparato propagandístico con el cual ha logrado engañar a mucha gente, pero tarde o temprano la verdad sale".
Los índices destacan una letal simbiosis de retroceso y estancamiento gracias al déficit de planteles. Los investigadores Mabel Mundó, Bravo Jáuregui y Mariano Herrera convienen en que no se están construyendo los planteles para cubrir el aumento de la demanda, en especial en aquellos lugares donde se han creado nuevos asentamientos. En total faltan un aproximado de cinco mil planteles en todo el país.
Para Mundó, es la propia infraestructura oficial la que promueve la exclusión, al colocar dos embudos: del 6° al 7° grados de la escuela básica, y del 9° grado al 1° año del Ciclo Diversificado. En estas fases, ante la falta de cupo, los alumnos abandonan el sistema, sin contar a los que se retiran por causas sociales y económicas. En el período 2004-2005 desertaron 191 mil 454 estudiantes. ¿Y las bolivarianas? Proyecto bandera del Presidente, las Escuelas Bolivarianas (EB) se perfilaron como la solución a la crisis educativa al ofrecer una enseñanza integra: horario completo, desayuno, almuerzo, merienda y actividades extracurriculares.
José Luis Salomón, ex coordinador de EB en su primera etapa, denunció que la politización del programa desvió sus objetivos. De acuerdo al Ejecutivo existen 8.254 EB, pero los indicadores hablan de 5.868. El caso es, según Salomón, que más de 60% no funcionan como tal y ni siquiera ofrecen los alimentos. Ante la imposibilidad de edificar más planteles y para propagar sus logros, el Ejecutivo decidió convertir a todas las escuelas de medio turno en bolivarianas aunque éstas no cumplan con los requisitos.
Más grave aún es que las EB no han logrado su objetivo: mejorar la calidad de los aprendizajes. En la última evaluación del Ejecutivo los alumnos reprobaron en lenguaje y habilidad numérica. Estando por debajo de sus compañeros de las escuelas rurales.
La política docente ha sido otro factor de conflicto. La masiva jubilación y el ingreso de docentes interinos, previo curso revolucionario, ha permitido que en la práctica, como lo señala, Robert Rodríguez, el Ejecutivo imponga a dedo a los docentes afectos a su proyecto. En 90% de las escuelas los directores son interinos, y casi la mitad de la nómina docente del país está en esa condición. A esto se suma que no hay contratación colectiva desde hace dos años. En fin muchos anuncios y pocos logros.

No hay comentarios: